cinema paradiso interpretado por Esteban Morgado cuarteto

viernes, 17 de febrero de 2012



                                         
                                         musica "Himno" por Vangelis Papathanassiu; Fotos recopiladas de distintas fuentes informaticas
                                                       Diseño y Montaje Tatobross ( maarian97@hotmail.com )

Recuerdo la isla, a las diez, cuando el Vangelis (Papathanassiu) sonaba como un himno milagroso y acompañaban las cigarras…entre las tonalidades verdes, mis ojos dejaban de arrimar tantas emociones, se cerraban para darle cabida al sol…para que él haga lo suyo…eso que es  alimentar el cuerpo de energía…¿quien va dejar pasar algo? desde andar descalzo como si fuera un niño chapoteando barro o ver como el río lleva tus sueños montado en un espejo para salpicarse de las imágenes de un sauce besando el agua….como derramarse vino para acompañar los manjares o si los pájaros repiten la misma canción de cuna, que el hombre transformado en niño, solo quiere llenar su siesta con una dulce melodía…aquí el capitulo más feliz…el entreverar con las voces amigas el humo que embriaga… la sonrisa latente…la de privilegiar la vida defendiendo y alimentando la alegría….jajá…los cruceros en canoa y el cuerpo que entrega tantos movimientos…la “pala-remo” que se hunde en el agua y el milagro de salpicarnos como en un bautismo de frescura plena…mis brazos que sienten el esfuerzo pero que no claudican…transpirar, eso, transpirar…tengo en mis oídos la música de la aventura…recorre todos los sabores y bombardea con las imágenes más sorprendentes… la luna, cuando decide adueñarse del cielo, allí, sobre el río, tiene el color del amor, no es esa luz blanca y fría, sino aquella, amarilla, opaca y decididamente, dulce…bienvenida!!!!!




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I

           El supo que el rencor nunca podría dejarlo. Escapaba de los que lo lastimaban, sus propios padres. El comprobaría que así como se puede crear vida con amor, también, es posible que el odio mantenga la vida. No esta mal recordar aquello de que “uno se siente vivo aún a través del dolor”… Eso…sintiéndolo profundamente…sin poder escaparse…como una llaga que se propaga…cuando es la única alternativa…es nuestra alma empapada de tristeza…esa tela purísima que es nuestra esperanza –la que cubre el alma nueva– la que empieza a ensuciarse para nunca más volver a ser lo que era… es aquí  que el mar le cubrió la piel de sal y lo endureció… es en el amanecer, más que nunca, el momento justo para despegarse de sus lagrimas… allí, en medio de la inmensidad, en el medio de tanta belleza, su destino comenzaba a edificarse, quizá, con la suma de su voluntad y con la desgracia de la fatalidad…

                  Se tragó la luz del astro
                  la montaña negra creciente.
                  Lo envolvió con  invisibles brazos
                  hasta llevarse, también, en el cielo,
                  el poco resto de celeste.

            La muerte del pájaro en la tormenta dio para “pulsar” una canción triste que resonó dentro mío. Tal vez, el pájaro solo era ese barco ínfimo luchando entre tantas fuerzas… allí en el medio del mar… golpeado por el viento y la lluvia… el oleaje profundo y temerario… tal vez, la fuerza de mi espíritu es la que se estaba probando… sumergido en este ruidoso e inmenso mecáno, todo mi cuerpo salpicado del full-oil, verificaba con mucha atención las señas del auxiliar del jefe de máquinas para concretar en  hechos lo que se suponía ordenes… el mecáno resoplaba como si fuera a escaparse de allí… piezas del tamaño de la imaginación exacerbada se movían  sincronizadamente -Gracias a Dios- diría yo, más tarde… luego, tanto wisky, tanto alcohol en mi cuerpo, el solo mirarme en el espejo me devolvía un rostro, que me pareció, no era el mío. Detrás de mis ojos enrojecidos, detrás de cada músculo que sostenía algún gesto, estaba la tormenta que azotaba ese barquito mínimo… estaban todos los quebrantos… esos vientos tempestuosos de mis pesadillas… esos tortuosos recovecos donde el alma tambalea de dolor… ni siquiera el espejo iba dejarme en paz…                         
              Cuando observé bien mi cuerpo quise desprenderme de él. Así reaccionamos los hombres, como si el cuerpo no formara parte de nosotros…no nos perteneciera…sin embargo, como diría –tal vez- Macedonio…”La mujer siempre es cuerpo y alma…nunca pierde esa conjunción”.  
                                                                                 
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-Quiero que sepas, que detrás de esta caparazón. Detrás de estos ojos enrojecidos, estoy yo. Alguien que va a querer acercarse para hacerte sentir sus vibraciones. Es solo en el acto de abrazarte que quiero acomodar mi transparencia en vos. Incondicionalmente…Así, también, te hago un lugar en mí para que descanse tu transparencia. Soy alguien que tiene sus intenciones bien resueltas…tal vez, alguien, que apartándose de su propio cuerpo quiera concurrir hacia ti con su energía  consistente…

Hay en ti un grito que hace de las aguas quietas un remanso.
Parece que la idea de un espacio inmenso detiene tu voz en un eco constante.
Ahora, con infinita paciencia, la armonía va armando tu canción predilecta profunda y
apasionada.
Para deleite mío te escucho pronunciar las palabras con ternura. Como acariciándolas…
Mientras, juega la bandada  de  pájaros su ir y venir en maniobras extraordinarias para
formar en el cielo la fiesta de los arabescos.
Hasta que la luz te acompañe, el horizonte por nada interrumpido hace
de marco ideal.
              Antes que el viento cubra de polvo la llanura arrastra hacia a mi el perfume de la mojada gramilla.
                Bendición de la tierra que acerca el aroma de la sabia que me alimenta.
                Entre tus brazos dejo esa pequeña luz que entibia la vida.
                Viaja “mi ser” en el aire fresco, recorre todos los relieves imaginables.
                Allá, en el punto mas alto en la montaña.
                Aquí, en el vuelo rasante que peina el trigal.
                Y sumergido en la nube, despierto con la almohada  blanda.
                Pero si es mi destino descubrir el secreto de la vida en ti, te navego por donde se esconden los perfumes del misterio.

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